CAMBIO CLIMATICO
La creciente industria de piensos (alimentos para animales) asegura un aumento de precios en el mercado mundial debido a la demanda de recursos vegetales. Los cereales, el maíz y la soja se vuelven más caros, y las reservas se vuelven escasas. Al mismo tiempo, las grandes empresas agrarias multinacionales tratan de producir más y más. Entretanto van quedando más desiertos agrícolas en muchos países alrededor del mundo.
Debido a la deforestación y quema de bosques se emiten grandes cantidades de CO2. Gases que fueron anteriormente almacenados en los árboles y luego liberados en la atmósfera. Además del CO2, el metano es otro gas que es emitido debido al proceso digestivo de los rumiantes (como las vacas). El metano es 25 veces más dañino para nuestro clima que el CO2. Hoy en día existen varias investigaciones que demuestran que la cría de ganado es la segunda razón principal del cambio climático.
Desde hace un par de años somos testigos del cambio climático. Las masas de hielo de los casquetes polares se van derritiendo cada vez más rápido. Las regiones cubiertas de glaciares se derriten. El nivel del mar va aumentando y los fenómenos extremos meteorológicos son más frecuentes. Los países del sur y otras regiones del mundo con un nivel económico más bajo se ven afectadas fuertemente por esto. El calor y las sequías aumentan, y el agua potable se vuelve escasa. Las olas de refugiados estarán marcadas por falta de alimentos, en otras palabras por hambre y sed. Esto traerá consigo un conjunto de consecuencias impredecibles para Europa. Asimismo el cambio climático se nota más en Europa. Las estaciones se mezclan entre sí. Los inviernos son más suaves, los veranos alcanzan continuamente nuevas temperaturas más altas. Los científicos dan por hecho que los glaciares de los alpes europeos se derretirán completamente para el año 2100.
Las soluciones políticas y globales están muy lejos. Con un consumo y una alimentación amigable y consciente ambientalmente podríamos contrarrestar el cambio climático.